Mensajes de diversas orígenes
miércoles, 23 de abril de 2025
Os traigo Mi Alegría para que Vuestros Corazones Vibren con el Impulso del Cielo y Estén Siempre Conectados a Mi Alegría
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 15 de abril de 2025
El Señor - Sabes, hija, el silencio dice Dios y Yo estoy siempre contigo, Yo soy el que te trae la paz y el maná de Mi Cielo que es amor, santidad, alegría y esperanza. Cerca de Mí, Conmigo y a través de Mí, se te da la Salvación. Estoy siempre cerca de vosotros que Me llamáis, y a los que Me niegan o Me rechazan, os llamo suavemente y también os traigo Mi Presencia.
[22h45]
El Señor - ¡Ahora escúchame con atención! Tened alegría porque la alegría es la sonrisa del corazón y la alegría lleva la semilla. La alegría da vida, eleva al hombre, porque tu Dios, que soy Yo, es esencialmente alegría. Sin alegría, no hay Fuego en el hombre, el Fuego divino que eleva. Mi Aliento divino es alegría, Mi suspiro es alegría, Mi llamada es alegría, Mi Divinidad es alegría, todo en Mí es alegría y quien lleva Mi alegría dentro de sí ya posee el Cielo en plenitud, porque la alegría es la fuerza del hombre vivo.
Mi alegría es alimento y bebida, Mi alegría es el cáliz de Amor que lleva la plenitud a vuestros labios y corazones y eleva vuestras almas a la cumbre de Mi Cielo de Gloria. Sin alegría no hay vida, no hay Viento. El Viento de Mi Espíritu es alegría y todo en Mí, vuestro Maestro y Señor, es alegría y plenitud. Cultivad en vosotros la alegría que es la sonrisa del Amor, la sonrisa que, en su Viento, lleva plenitud y paz. Sí, llorad, hijos, pero llorad con alegría sabiendo que Yo estoy a vuestro lado. Caminando sobre Mis pasos, camináis Conmigo en la alegría, vuestro corazón en la alegría, vuestra alma en la alegría, vuestro corazón despertado en la alegría, y vuestra mirada trae la nueva Aurora, la de la alegría que desciende del Cielo y os hace hijos de Mi alegría, hijos de Mi amor.
Os he traído Mi paz, os he traído Mi alegría, para que vuestra alegría permanezca y para que Conmigo viváis en plenitud. Os elevo en Mi alegría, os llevo en Mi alegría, os revisto de Mi alegría para que vuestras almas exulten de gozo y esta alegría os transporte a Mi Voluntad, para que Mi Voluntad se convierta en la vuestra y, en un arrebato de alegría, os eleve a la plenitud de Mi Cielo.
Hijos, conmigo saboreáis la aurora y el crepúsculo, oís al mismo tiempo todos los latidos de amor de mi Cielo, todos los cantos de la aurora y la dulzura del crepúsculo. Hijos, permaneced Conmigo y la alegría pacífica habitará en vuestros hogares, será en vosotros como el manantial vivo que hace cantar a los ríos y despertar a las rocas en los arroyos. Venid a Mí, Yo soy vuestra alegría, Yo soy el portador de la alegría, el Maestro de la alegría y os traigo Mi alegría para que vuestros corazones vibren con el impulso del Cielo y estén siempre conectados con Mi alegría. Mi alegría, hijos, es Luz, Mi alegría es plenitud, es vuestra ayuda en la angustia, vuestro vuelo, el perfume de vida que da Vida a los hombres. ¡Irradiad alegría! Mi alegría es la fragancia del Cielo, la aurora de la vida, el crepúsculo del alma. El Cielo, hijos, es esencialmente alegría.
¡En Mi Cielo, vivid y que vuestra alegría permanezca!
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